Se puede afirmar que los primeros datos contrastables sobre la existencia de la industria vinícola en los actuales límites de Madrid datan del siglo XIII, pero no resulta descabellado especular con la existencia de viñedos y vinos en la región muchos siglos antes. Tras...
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In Valquejigoso, the white variety vineyard is located in the coolest part of the estate, next to a small stream and with deep, sandy soils. The varied white wine can be combined to create a...
Red Wine Reserva, 26 months in french oak barrels
Red Wine Reserva, 28 months in new french oak barrels
Wine made only in those exceptional years where nature aligns itself and shows itself in perfect harmony with the Valquejigoso vineyard, is this unique wine, our "sleeping beauty", made. Made with...
Red Wine Reserva, 28 months in new french oak barrels
Red Wine Reserva, 26 months in french oak barrels
Red Wine Reserva, 26 months in french oak barrels
Red Wine Reserva, 28 months in new french oak barrels
Red wine.
Red Wine Crianza, 13 months in french oak barrels
Red Wine, 7 months in american and french oak barrels
Se puede afirmar que los primeros datos contrastables sobre la existencia de la industria vinícola en los actuales límites de Madrid datan del siglo XIII, pero no resulta descabellado especular con la existencia de viñedos y vinos en la región muchos siglos antes. Tras la retirada de los íberos, pasaron por la región cartagineses y romanos, dos pueblos que incluían el vino como elemento de su dieta, y no como elemento baladí. Cualquiera de ellos pudo introducir el cultivo de la vid, si es que no lo estaba con anterioridad, pero parece más probable que fuera Roma la responsable. Por Madrid pasaban importantes vías de comunicación de la Hispania romana y a lo largo de estas calzadas se establecieron puestos militares, algunos de los cuales acabaron por convertirse en prósperas ciudades. Destacó por su transcendencia Complutum (Alcalá de Henares) junto con Titulcia, importante nudo de comunicaciones, Carabaña, Arganda, Cadalso de los Vidrios, Buitrago y Torrelaguna, entre otras. Partiendo de esta teoría, es seguro que la posterior invasión árabe no puso en grave riesgo los viñedos que encontraron a su llegada ya que, a pesar de la prohibición coránica, el cultivo de la vid mantuvo notable presencia en la España musulmana.
Habría que esperar hasta los siglos XIII y XIV para verificar la existencia de viñedos concebidos como actividad agraria especializada, en los alrededores de las poblaciones. Las ciudades se ven afectadas por el impulso de la nueva economía de cambio y esto hace del vino un importante objeto de comercio, junto con el cereal y otros productos básicos.
La elección de Madrid como capital del reino supone un notable crecimiento de la demanda y, a su vez, de la producción. Además de los tantas veces loados vinos San Martín, la capital se abastece de la producción de Arganda, Alcalá de Henares, Fuencarral, Alcobendas, Torrelaguna, etc En 1665 pervivían en la ciudad de Madrid 63 cosecheros, aún sometidos a rigurosos controles y obligados a declarar al fisco la cantidad de uvas o de mosto que producían. Los vinos consumidos durante el reinado de Felipe IV procedían, sobre todo, de los alrededores de Madrid.
En la zona de Navalcarnero existía una cierta actividad vinícola, localizada al sur en viñedos de El Álamo y Navalcarnero. Madrid llega al siglo XX con más de 60.000 hectáreas de viñedo, pero en 1914 se detecta la primera filoxera en San Martín de Valdeglesias. La plaga se extiende rápidamente, arruinando el viñedo madrileño y provocando un cambio sustancial en sus vinos.
La recuperación es lenta y se hace con variedades foráneas, en especial Garnacha. Pero la verdadera recuperación no se produciría hasta los años cincuenta, tras la Guerra, con la implantación masiva de variedades seleccionadas por su rendimiento cuantitativo y grado de alcohol, con predominancia de Garnacha en las zonas de Navalcarnero y San Martín y de Airén en Arganda.
Los ochenta marcan un cambio espectacular en el panorama vinícola español, al que el vino de Madrid no permanece ajeno. La historia de los que podríamos denominar el nuevo vino de Madrid arranca de 1984, con el reconocimiento de la Denominación Específica Vinos de Madrid. El Consejo Regulador de dicha denominación se enfrenta a una tarea complicada en un sector paralizado y con pocos recursos para invertir.
Por fin, en noviembre de 1990 queda reconocida oficialmente la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Al siguiente año, ya están en el mercado las botellas con la contraetiqueta de Vinos de Madrid y desde Enero de 1992 se comienzan a comercializar los primeros vinos de crianza.
Localización
en la zona sur de la provincia de Madrid, engloba tres regiones productoras diferenciadas: Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias.
Suelos
Terrenos poco fértiles y de subsuelo granítico en la subzona de San Martín de Valdeiglesias; en Navalcarnero en encuentran tierras pardas, pobres, con subsuelo de arenas gruesas y arcillosas; mientras que la subzona de Arganda se caracteriza por se de terrrenos pardos, pH ácido y subsuelo granítico.
Clima
De tipo continental extremo, con inviernos rigurosos y veranos calurosos. El índice de lluvias anual oscila entre los 461 mm., en Arganda y los 658 mm., en San Martín.
Variedades de uva
Blancas: Malvar, Airén, Albillo, Parellada, Macabeo, Torrontés y Moscatel de Grano Menudo. Tintas: Tinta fina (Tempranillo), Garnacha, Garnacha tintorera, Merlot, Cabernet savignon y Syrah.
Bodegas
44
Viñedo
8.391 Ha
Producción 2013
5.063.220 L
Clasificación de las cosechas
2009 Buena | 2010 Muy buena | 2011 Muy buena | 2012 Buena | 2013 Muy buena
Consejo Regulador Denominación de Origen de Madrid
91 534 85 11 | prensa@vinosdemadrid.es